-Es evidente que la mataste, Manson. La colilla que había en la habitación contigua es de tu marca favorita, una marca realmente rara por estos lares, la melodía que sonaba en el piano sólo podía ser obra tuya, ningún criminal de pacotilla habría sido tan descarado de permanecer en la casa tocando mientras encontraban el cuerpo, la disposición de los muebles, la fecha y la hora, todo coincide con el golpe que te catapultó a la fama. Además, tu coartada cubría la supuesta hora en la que se realizó el crimen, pero ya ha quedado claro que este se llevó a cabo casi 2 horas antes, momento en el que eras la única persona de la casa que no estaba en el comedor, soslayando la falta de el señor Rogers que ya ha demostrado su inocencia.
-Abrumador, como siempre señor Holmes, no esperaba menos de una leyenda viva como usted. Realmente ha causado la ruina a muchos criminales, ¿Cree que hará lo mismo conmigo?
-No me cabe la menor duda y, no se moleste, será inútil.
-¿Y si le matará a usted, aquí y ahora? Me iré del país y nadie sabrá nunca que ocurrió en esta mansión, además habré terminado con uno de los mayores enemigos del sueño apocalíptico.
-Tan tenaz como siempre… Pero, incluso un genio como el tuyo pasa por alto las más deslumbrantes evidencias. Soy un sueño Manson, no puedo morir. Y tu, no estas aquí realmente, estas muy lejos, cumpliendo condena por los crímenes que cometiste.
domingo, 6 de marzo de 2011
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