lunes, 14 de enero de 2013

Hey there


Coge ese plato.
Esta.
Bien, ahora tíralo al suelo, ¿esta?
Sí.
¿Se rompió?
Sí.
Ahora pídele perdón, ¿ya?
Sí.
¿Se arregló?
No.
¿Entiendes?



Íbamos a  demostrarle al mundo que se equivocaba, que éramos diferentes al resto. Pero no supimos hacerlo, al final, los vaivenes del destino fueron los que nos demostraron que no éramos diferentes al resto y así terminamos convirtiéndonos en el tópico de los tópicos.