lunes, 17 de septiembre de 2012

California at least


No matter how beautiful the ground is...

¿Sabes? No es como si las ciudades cambiaran a la gente. Cuando llegas, tu nuevo hogar te esta esperando detrás de la valla blanca y parece que va a ser fácil hacer que las flores vuelvan a crecer. Las casas de los vecinos estan radiantes bajo el cálido sol de agosto. El interior es fácil de redecorar, tienes todos tus recuerdos para tapizar las claras paredes. Das una vuelta, el cielo parece el mismo, las olas siguen rompiendo en la arena como siempre han hecho, el susurro del mar no ha cambiado. Pero sabes que todo es artificial, que no puedes quedarte, algo en las espléndidas fachadas hace crecer la sombra de la incertidumbre que te dice que aún tienes todo por perder, pero ella parece tan contenta…

Cuando pasa el tiempo ya no importa si vuelves, nada ha cambiado, pero todo es diferente. Al final parece que esta dicotomía se repite allá a donde te mueves, es por eso que las ciudades sí cambian a la gente y, a veces, se hace imposible volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario