Ella cumplirá los 23.
La conoce bien, siempre han sido vecinos aunque no siempre lo han
sabido. Él, sin embargo, no llegará a los 24 porque hoy es su último día.
Sus zancadas le hicieron alcanzar pronto el paso de cebra
que le separaba de la acera contraria. El frío otoñal se reflejaba en el vaho
que se desprendía de su boca producto de su agitada respiración. Amenazaba
tormenta. Las luces de la noche se convirtieron en una vorágine de claros
colores mientras acortaba la distancia que le separaba de su destino. No vio el
coche negro avanzar sobre él y lo último que vislumbró mientras el mundo se
apagaba fue una burlona L en la parte trasera del vehículo que acababa de
acabar con su vida.
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